Abrazarte siempre con ternura y tener la paciencia que el amor exige. Hablar cuando hagan falta palabras y compartir el silencio cuando no. Consentir y sentir respecto al pastel de terciopelo rojo. Vivir al abrigo de tu corazón y llamarlo siempre hogar.
martes, 2 de agosto de 2011
sapos
Me pasé la vida besando sapos, hasta que al final... te encontré.
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