- ¿Me abrazas?
- Claro que sí, ¿pero no sería mejor que yo te abrazara por sorpresa?
- Lo necesito ahora, lo que importa de un abrazo no es si es sorpresa o si lo ves venir. Abrazame.
- Te abrazo.
- Siempre me ha gustado apoyar la mejilla derecha en alguien, y agarrarme fuerte.
- No sería capaz de soltarte.
- ¿Te das cuenta de que estamos en medio de la calle, abrazados y rodeados de multitud de transeúntes que nos observan? Me encanta, consiguen que me apetezca más cerrar los ojos y apoyar la mejilla derecha en tu hombro.
-¿Un mal día?
- Sí, algo así. Un mal día sin ti..
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