Abrazarte siempre con ternura y tener la paciencia que el amor exige. Hablar cuando hagan falta palabras y compartir el silencio cuando no. Consentir y sentir respecto al pastel de terciopelo rojo. Vivir al abrigo de tu corazón y llamarlo siempre hogar.
miércoles, 27 de julio de 2011
# Eh... ¿a dónde vas?
- Son las dos. Les dije a mis padres que no volvería tarde. Esperemos que no estén despiertos. Esta vez te has quedado dormido, ¿eh?. No lo puedes negar, amor...
# ¿Qué has dicho?
- Oye, no fastidies.
Niki empieza a recoger su ropa un poco azorada.
# No, no espera, espera... -Alessandro se sienta en la cama, con las piernas cruzadas, cubiertas por las sábanas-. Repite la última palabra...
Niki vuelve a dejarlo caer todo en el suelo y se sube a la cama. Se pone en jarras, de pie, con las piernas abiertas, y lo mira desde arriba.
- Lo siento. Ya está decidido. Lo as oído bien. Perdona, si te llamo amor.
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